Tus antepasados no llevaban encima un Smartphone, es más, desde la creación de la fotografía hasta prácticamente la mitad del siglo XX en la mayoría de las familias se hacían muy pocas fotos a lo largo de su vida, por lo tanto cuídalas cómo a ellos les hubiera gustado. Sigue estos consejos y no te arrepentirás!
1. Consérvalas en condiciones adecuadas
Las fotografías impresas en papel se deterioran con el tiempo, sobre todo si no se toman precauciones respecto a las condiciones de conservación, como la humedad o la temperatura. En este artículo encontrarás buenos consejos para la conservación de fotografías y documentos antiguos.
Y ahora que esas fotos están bien protegidas, lo ideal es tocarlas lo menos posible. Hoy en día es posible gracias a la digitalización, que conlleva multitud de ventajas, entre ellas la facilidad de hacer copias y compartirlas con la familia para garantizar su conservación, o la posibilidad de verlas siempre que quieras sin tener que rebuscar en el armario, por esa razón es muy recomendable digitalizarlas.
2. Escanea las fotos
Hay quien piensa que es suficiente con usar la cámara del teléfono móvil para digitalizar un retrato antigua que se ha conservado en la familia durante muchas décadas. ¿No crees que esa instantánea merece que le dediques un poco más de esfuerzo?
En realidad, para una buena digitalización de las fotografías simplemente necesitas un ordenador, un escáner y un programa sencillo de gráficos.
Es un trabajo que se hace una sola vez, así que vale la pena hacerlo bien.
Si las fotos tienen polvo o pelusas, retíralas con un cepillo suave. Lo mismo se debe hacer con el cristal del escáner, donde además puede haber manchas o huellas que es conveniente eliminar antes de comenzar el proceso de escaneado.
Es recomendable escanear con una resolución entre 300 y 600 dpi/ppp (puntos por pulgada). Esta resolución permitirá un escaneo rápido, será suficiente para imprimir con calidad si lo deseamos en el futuro y no nos supondrá problemas de capacidad de almacenamiento en el disco duro o una unidad extraíble.
Es importante escanear en color aunque se trate de retratos antiguos en blanco y negro o sepia, de este modo conseguiremos una mayor definición en los tonos.
3. Mejorando las imágenes
Es posible que ahora que tienes ya las imágenes en el ordenador, quieras mejorarlas realizando algún retoque (recortarlas, quitar manchas, cambiar tonalidades, el brillo y el contraste, etc.). A no ser que seas un profesional o quieras hacer algo muy sofisticado, en Internet encontrarás muchos programas gratuitos de edición fotográfica que te pueden servir.
Eso sí, en el caso que quieras editar las imágenes escaneadas conviene hacer un duplicado del archivo original. Puedes usar, por ejemplo, el mismo nombre seguido de “-2” o “-copia”. Esto evitará que pierdas la imagen original en el caso que algo no salga cómo esperabas, ya más adelante tendrás tiempo de borrarla si te gusta más la versión modificada.
4. Colorea las fotografías antiguas
¿Te has preguntado alguna vez cómo sería esa foto de tus bisabuelos si la pudieras ver en color?
Ahora ya no es necesario ser ningún experto en retoque fotográfico para dar color a esa vieja imagen a la que tanto cariño le tienes.
Los aficionados a la Historia Familiar estamos de suerte, ya que MyHeritage acaba de lanzar esta herramienta de procesamiento de imágenes con la que en pocos segundos podrás viajar en el tiempo para ver a tus antepasados en color, gracias al coloreado de las fotos antiguas en blanco y negro o sepia. La puedes disfrutar en este enlace simplemente seleccionando la imagen que quieras colorear.
Qué gran idea poder tener el retrato original antiguo y la versión en color.
5. Cataloga los archivos
Es importante procurar que no ocurra con las imágenes digitales lo mismo que con las viejas fotos impresas, es decir, el correcto almacenado de las imágenes nos debe permitir encontrar rápidamente la fotografía que buscamos.
No basta con saber en qué disco duro se encuentran, sino que es necesario distribuirlas en carpetas bien estructuradas, eso nos ahorrará mucho tiempo de búsqueda. Estas carpetas pueden contener el nombre de las personas que aparecen, del lugar o de la época que fueron tomadas, por ejemplo.
La mayoría de los programas de edición gráfica permiten añadir atributos a los archivos de imágenes. Esta característica permite etiquetar las fotografías con palabras clave, por ejemplo, lugares, festividades, eventos o nombres de persona, lo que será útil en el futuro cuando queramos buscar la imagen en el disco duro y no recordemos exactamente en qué carpeta se encuentra.
6. Almacenamiento
Existen numerosos sistemas de almacenamiento:
- Disco duro mecánico
- Disco duro SSD
- Disco duro híbrido
- CD-ROM
- DVD-ROM
- Memoria USB
- Tarjetas de memoria
En principio, todos ellos son válidos, pero cada uno tiene sus riesgos y una perdurabilidad distinta. Además, debes tener en cuenta que la tecnología avanza a marchas forzadas, por lo que es probable que un método de almacenamiento quede obsoleto al cabo de unos años.
Es un hecho que muchas personas tienen problemas actualmente para poder ver antiguas grabaciones familiares guardadas en cintas de vídeo VHS.
Del mismo modo, la mayoría de los nuevos ordenadores actualmente ya no incorporan de serie un lector óptico para leer CD’s o DVD’s, así que debes asegurarte de que siempre vas a tener un dispositivo capaz de reproducir la información guardada, o convertir esos archivos a otro sistema de almacenamiento más actual.
7. Haz copias de seguridad
Se trata de fotografías familiares antiguas, recuerdos de gran valor para la historia familiar que alguien se ha encargado de preservar durante mucho tiempo, por tanto sería una pérdida irreparable si esas fotos se eliminaran por error, o si el soporte informático que las contiene dejara de funcionar.
Por ello es muy importante que existan varias copias de todos esos archivos.
Además, las copias deben almacenarse en dispositivos diferentes; no sirve de nada tener varias copias de un archivo en el mismo disco si este se estropea.
Por la misma razón, si tenemos varias copias de las fotografías antiguas en distintos dispositivos (disco duro, pendrive, DVD, etc.) en la misma vivienda, podemos perderlo todo en caso de inundación, robo o incendio. ¿Sería muy mala suerte? Sí, pero los accidentes ocurren.
La recomendación es tener al menos una de esas copias fuera del domicilio, por ejemplo en casa de un familiar, una segunda residencia, o en la nube utilizando algún servicio online.
Y ya que se trata de retratos antiguos de la familia, ¿por qué no compartirlas con algún pariente?. Seguro que le hará ilusión, y además podrás recurrir a él en el caso que le ocurra algo a tus fotos.
Otra opción es crearte una cuenta en familysearch y subir tus fotos, hay quedarán guardadas de por vida y como un legado para tu familia.